Alcancemos el estado mental de "un continuo momento tan feliz" que no importen ni ese deseo tan fuerte de poseer esto o lo otro, ni esa preocupación densa del incierto futuro, inmediato o lejano.

Veo gente que sufre y se frustra con esto del minimalismo, se ponen ortodoxos y se autoimponen a lo loco la consigna, quitándole diversión y volviendo todo un sufrimiento, y una excusa para seguir enganchados en sus neurosis.
Sin ánimo de ofender ni de juzgar (solo un poquito tal vez), hablaremos un poco del lado luminoso del minimalismo aplicado, acercándolo al slow living, a la conciencia plena y al #dejemosDeHacerTodoTanDifícil, o #volvamosALasFuentes que me gustaría muchísimo que se vuelva un nuevo movimiento de autoconocimiento, superación personal y que de una vez por todas nos desprogramemos, y dejemos de agregarle tanto peso a nuestras realidades, y de paso volvamos a nuestra esencia, a nuestra versión feliz, como de niños (si fuiste un niño feliz, si no al niño feliz que debimos haber sido tod@s).
Creo necesario ponerle más alegría y quitarle presiones al asunto, ya demasiado complicada es la vida, y si adoptamos estos movimientos que sea para estar mejor.
A mí personalmente me atrajo el concepto porque más que remontarme a una habitación blanca impoluta con muebles pulidos de cajones perfumados y clasificados, me llevó a mi no tan lejana adolescencia y juventud, cuando con una mochila me iba a cualquier lado SIN QUE REALMENTE ME PREOCUPE que me falte algo esencial.
(Ok, cuando sos chico y vas de viaje o de visita a amigos o parientes, asumís que alguien llevará, o que te facilitaran jabon, toallas, abrigo, en caso de que falte. Que lindo eso no?.)
Me resultó familiar, de cuando mis posesiones cabían en una habitación en lo de mis padres y no consideraba que se pueda necesitar mucho más… tampoco hace tanto desde eso.
O más cerca en el tiempo, cuando recién me mudé con Hugo, que además de lógicamente caranchear elementos super básicos de lo de nuestros padres, no nos sentíamos desposeídos. Colchón en el piso, sábanas y frazadas a medio descartar por mi madre, la mesa que nos dio un tío, las sillas también donadas, y una batería de cocina de vagabundo, ollas y sartenes recuerdo del cacerolazo.
No importaba porque era demasiado importante y emocionante el mudarnos y comenzar una vida juntos.
Espero que se entienda la esencia de lo que trato de significar, de seguro podrás relacionarla a alguno o muchos momentos de tu vida. Esos momentos de la vida que importan tanto, que todo lo material pierde su presencia, o la falta de ella.
No sólo me refiero a momentos felices, si no también a esas veces que te pasó algo arrollador, de susto, o algo irreversible… que tanto importa entonces lo que tenés, lo que querés tener, y lo que pase con eso? en ese momento nada importa realmente, tu mayor deseo es que todo pase, o todo vuelva, y no incluye materialidades, si tu casa se incendia, sólo importara que tu familia esté bien; si tu pareja te abandona, la licuadora en cuotas pasa a ser un fantasma.
Bueno, realmente espero no haber traído recuerdos delicados.
Quedémonos con el momento tan feliz que no importa ni ese deseo tan fuerte de poseer esto o lo otro, ni esa preocupación densa del incierto futuro, inmediato o lejano. Se parece a cuando eramos niñitos alegres, puro impulso y energía. El/la adolescente cuyo mundo gira en torno a ver a la persona que le gusta, totalmente ajen@ a los aportes jubilatorios y la suba de impuestos.
Que pasó entremedio que ahora parece tan novedoso que te digan que el 80% de tus posesiones no son ni nunca fueron necesarias?
Te decimos que estás trocando tiempo, felicidad y bienestar por adquisiciones y preocupación, que gran parte de lo que haces diariamente es evasión y relleno consumista y te aleja de tu propósito real en la vida ¡y se te vuelan las chapas! (argentinismo para expresar que te explota la mente, figurativamente) decís, "claro… esto me pasa, por eso estoy mal y mi vida es un caos. Necesito desapegarme, sacar cosas, desaturar, minimizar… ya!"
Y esto te provoca un sufrimento, porque lo ves también como una obligación. Otra preocupación más, otra oportunidad de compararte con otros, de reprocharte y de frustrarte. Tus muebles no son nórdicos ni mucho menos y no querés tirar ni regalar la mayoría de tus cosas porque sí te gustan y sí las necesitas.
Seguimos auto-torturándonos. Estamos en el avión que nos aleja de nuestro yo feliz, pagando el pasaje en cuotas.
Primero detectemos un poco el porqué este conflicto paradójico.
Hubo un momento en que los comerciantes detectaron en niños y adolescentes un muy buen mercado para vender sus cosas, sus modas, sus tendencias.
La hicieron re bien. Y nos oscurecieron la inocencia a un nivel enorme y destructivo.
Los millenials quedamos en medio de eso y muchos fuimos víctimas de la década en que se catalogaron comportamientos como patologías, y cada una de ellas tenía su medicación psiquiátrica o su tratamiento terapéutico, una cosa espantosa, de repente todos teníamos trastornos de déficit de atención, panik attacs, eramos bipolares o borderline.
Nos la complicaron mucho de vedad.
Entonces llego un momento en que desde muy niñ@s, si no seguís las modas no existís, tendrás que tener una estructura interna demasiado fuerte para que no te afecte, tendrás que ser muy valiente y autovalorarte muchísimo para permitirte ser diferente.
Cuando éramos chicos (quienes ahora rondamos los 30/40) teníamos como 1 (¡un!) jean durante años, que lo amábamos mucho y nos quedaba muy cool. Se lavaba sólo lo necesario y mientras tanto usabas el otro pantalón, posiblemente feo, y te sentías raro. Un abrigo era EL abrigo y se usaba hasta que no se podía más, lo mismo con las zapatillas. Era lo normal, no estábamos manipulados por el consumismo, erámos más que eso.
Después nos empezaron a usar cada vez más para vender sus productos y terminamos todos enganchados, tomando como normal, el exceso de pertenencias y la vorágine constante de cosas nuevas que consumir.
Ok, una vez identificado todo esto, como todo lo que incomoda o bloquea, hay que enfrentarlo, pararse de manos.
Pero tranqui, que sea llevadero, que este pequeño despertar sea una herramienta. El minimalismo te hará replantear lo que te rodea, en general.
Primero será una especie de revelación, un entusiasmo (entusiasmo por desechar cosas y ordenar, quién lo diría?!)
Luego te llevará a auto observarte a ti y a tu vida y tus hábitos y rutinas. Ya esto será un gran y enorme paso. Podés ponerte radical y actualmente regalar, tirar y vender tus cosas y comenzar desde ahí… puede que encuentres esa facilidad y estará muy bien, siempre y cuando no sea una obsesión impulsiva y compulsiva. Podés tomarte mucho tiempo, incluso posponerlo, pero una vez instalada la idea, tarde o temprano seguirá su desarrollo..
Es importante que te ayude a ser y estar mejor, de otra forma no vale la pena, hay otras escuelas que seguir si no es lo tuyo, considerá tus necesidades por sobre todo.
Claro que implica una incomodidad, un empujarse, un esfuerzo y un cambio. Es lo que buscamos, pero tiene que ser principalmente disfrutable, si no, ya arrancamos mal.
Como sucede con toda intención de evolucionar, te enfrentarás a replanteos más o menos profundos y luego también al efecto que provoque tu cambio en los demás, simplemente recordá que tenés derecho a ser como quieras ser, y que se manejen. Tampoco andes por ahí predicando y señalándole a otros que deberían empezar a “soltar” y esas cosas, a menos que alguien quiera realmente escuchar del tema.
Maneja tus tiempos y tus límites y estarás sin notarlo entrando al mundo del slow living y la consciencia plena, volverás a las fuentes.
* Vas a dimensionar el valor del dinero y la relación directa del dinero con tu tiempo en la tierra.
* Mejorarás tus finanzas.
* Cocinarás más y comerás mejor, sea por ahorrar o porque empezarás a disfrutar de las cosas simples.
* Al bajar la ansiedad te alimentarás mejor y estarás más saludable.
*Tu mente estará más libre y despejada, pondrás mas atención a cada cosa y momento, posiblemente esto te lleve a ser más creativo y comenzarás o retomarás algún hobby o arte que disfrutes.
*Posiblemente también consideres dedicarte a algo que ames, y esto, de la mano de que tus gastos se han reducido mucho gracias al minimalismo y frugalidad, te hará ver que tal vez sí es posible dejar tu horrendo trabajo para independizarte y trabajar para vos mismo. (warning con esto please, usar sentido común y sacar muchas cuentas antes de lanzarse).
*Ya que encuentres otra u otras formas de subsistir, junto con el amor hacia la naturaleza, la paz y una vida saludable, puede que consideres la idea de vivir viajando o de mudarte al campo, al mar, la montaña o un pueblo.
Felicitaciones: a esta altura ya serás la versión feliz y despierta de ti mismo.
Podés detener tu transformación en el principio, y solo ordenar tu casa y tu guardarropas, no es que debas si o sí volverte un bohemio, pero si se parece a lo que querés de tu vida, te aseguro que este es un buen camino.
Espero tus comentarios debajo. No olvides suscribirte!
¡¡¡¡Felices transformaciones para tod@s!!!

Comments